Reflexiones │ Durante 2013 y 2014, CIPPEC acompañó a varios Centros de Investigación de Políticas Públicas durante el proceso de fortalecimiento de sus respectivos sistemas institucionales de monitoreo y evaluación de la incidencia.
Primero, a la Fundación Salvadoreña para el Desarrollo Económico y Social FUSADES en el armado de su sistema de monitoreo y evaluación y luego a un conjunto de tres Think Tank en un proyecto auspiciado por el International Development Research Centre (IDRC), llamado “Fortalecimiento para el Monitoreo y la Evaluación (M&E) Institucional”. El consorcio de tres organizaciones estuvo compuesto por FundaUngo (El Salvador), La Asociación de Investigación y Estudios Sociales (ASIES) (Guatemala) y Foro Social de la Deuda Externa y Desarrollo de Honduras (FOSDEH).
En esta ocasión, Eva Arias, coordinadora del Programa de Incidencia, Monitoreo y Evaluación de CIPPEC, analiza los logros de los think tanks de la región en M&E de la Incidencia, los beneficios de la práctica, obstáculos, oportunidades y lecciones aprendidas.
Objetivo del proyecto
El objetivo general del proyecto fue “fortalecer la capacidad institucional para el monitoreo y evaluación de FUNDAUNGO, ASIES y FOSDEH mediante un proceso autónomo pero articulado de capacitación y asistencia técnica”[1]. Para lograr esto, se fijaron como objetivos específicos la revisión de las prácticas, procesos, políticas e indicadores de monitoreo interno actuales de cada institución; también se asesoró y facilitó la construcción, desarrollo, actualización o revisión del Plan de Monitoreo, Evaluación y Aprendizaje Institucional, entre otros. Partiendo de la base de que cada centro tenía un grado de avance diferente en sus prácticas de monitoreo y evaluación institucional, dentro del marco general del proyecto se trabajó un abordaje personalizado.
Antes de compartir algunos hallazgos del proyecto, consideremos brevemente los puntos de partida y la situación actual de estos centros.
Lo primero, ¿por dónde empezar?
Existen distintos abordajes de monitoreo y evaluación institucional posibles y variantes que deben basarse en las características de las organizaciones y sus preferencias y contextos específicos.
Desde VIPPAL, mencionamos la importancia de analizar la evaluabilidad de los Think Tank. Las capacidades de M&E de la incidencia están relacionadas directamente con la calidad del diseño institucional que adoptan los Centros para garantizar consistencia y coherencia a lo largo de sus intervenciones, con estándares que permitan monitorear y evaluar con esquemas confiables.
En este sentido, Vanesa Weyrauch, una de las mentoras del proyecto sugiere comenzar la implementación de una estrategia de M&E por proyectos, a escala pequeña, para que el esfuerzo de seguimiento pueda sostenerse en el tiempo y desde la misma organización.
Por otra parte, la experiencia de CIPPEC se vincula con un enfoque por programas desde donde es posible abordar en forma holística las necesidades y objetivos de monitoreo y evaluación institucional, al buscar integrar los distintos elementos en juego, determinando prioridades y posibilidades de articulación entre ejes y áreas de trabajo.
Consideramos que en este proceso de institucionalización de prácticas de monitoreo y evaluación resulta fundamental una alineación entre los objetivos institucionales y el “qué mirar” al momento del seguimiento.
Monitoreo y evaluación de la incidencia en Think Tank. Estado de situación
Si bien el monitoreo y evaluación de la gestión todavía son un tema incipiente para los Think Tank, también es cierto que entre los institutos que comenzaron a realizar tareas de seguimiento se busca cada vez más determinar cuáles son los resultados concretos de su trabajo en materia de incidencia. Por eso, resulta interesante mencionar el caso de la organización FOSDEH, que tiene una persona dedicada a este tema. La asignación específica de personal para que considere los resultados en materia de incidencia da cuenta de una orientación institucional hacia los logros, factor que predispone a la organización a determinar con mayor dinamismo, la necesidad de cambios o la alineación entre lo planificado y lo alcanzado.
Tal como indica María Elena Rivera de FUNDAUNGO, se avanzó mucho en el monitoreo y evaluación de la incidencia en Think Tanks a partir de un corrimiento de los Centros de Pensamiento desde que dejaron de mirar sólo sus mediciones en términos de actividades y productos y de centrarse en la ejecución financiera. Por eso, se busca crecientemente ampliar la mirada en términos de seguimiento de la gestión e incluir la medición de impactos y su visibilización en términos de incidencia[2]. Este nuevo enfoque, que considera la medición de impactos de la gestión, favorece la rendición de cuentas con donantes y la movilización de recursos en general.
Aspectos a destacar de las experiencias de M&E en Think Tank
Entre los principales logros que identifican los protagonistas de estos procesos en sus instituciones, se destaca el hecho de crear una cultura de evaluación y transparencia organizacional, la creciente orientación hacia la medición de impactos y el desarrollo de estrategias y métodos optimizados para analizar y medir la incidencia.
Además, resulta evidente que la puesta en marcha de sistemas de M&E en Think Tank trae beneficios. Según los participantes de estos procesos de seguimiento, contar con información relevante y sistematizada facilita la planificación y agrega efectividad al proceso de toma de decisiones. En este sentido, la institucionalización de sistemas de M&E genera mejores resultados e impactos de los proyectos, además de producir información útil para generar acciones institucionales oportunas, en tiempo y forma, según La Dra. Guisela Mayén Directora de Investigación, Monitoreo y Aprendizaje de la Asociación de Investigación y Estudios Sociales (ASIES).
Sin embargo, el proceso de institucionalización y anclaje de estos sistemas de seguimiento no siempre es fácil de llevar a la práctica. Algunos obstáculos se vinculan con la Instalación de la cultura de evaluación y medición, que implica agregar tareas y en una primera etapa puede ser considerado como una carga o trabajo extra. Por esto, dar a conocer la importancia y beneficios de M&E puede ser fundamental, tal como señala María Elena Rivera en su entrevista.
El desarrollo de estos sistemas genera múltiples oportunidades. La exigencia de donantes por transparentar la acción es un aspecto importante, aunque también lo es el desafío de mejorar la gestión del conocimiento institucional y el desarrollo de capacidades en la materia.
Lecciones aprendidas
En general, el grado de intercambio entre las tres organizaciones fue percibido como uno de los logros más relevantes de la experiencia, incluyendo poder aprender de lecciones y prácticas de otras organizaciones, aunque estén en distintos niveles de avance en el tema.
De las experiencias surgen aprendizajes como la importancia de asignar recursos financieros y humanos a la implementación de los sistemas de seguimiento, certeza de que es imposible medir todo y que hay que seleccionar qué, cuándo y cómo monitorear y evaluar la gestión o la importancia de que todos los involucrados en el proceso estén convencidos de la importancia de realizar acciones de M&E.
Consideremos ahora algunos aspectos característicos en cada caso.
A partir de experiencia de su institución (FUNDAUNGO), María Elena Rivera menciona aquí algunos aspectos clave para facilitar el éxito del proceso.
En términos generales, asignar recursos financieros y humanos al proceso de M&E es un factor positivo por varios motivos. Primero, si M&E tiene su propia línea presupuestaria, se da un mensaje institucional de que el seguimiento es un aspecto importante y eso puede favorecer la buena disposición a realizarlo. Además, permite evitar que estas tareas sean relegadas u olvidadas, como se expresa en la frase “lo que no está en el presupuesto, no existe”. Segundo, asignar claramente quién es responsable de realizar determinada acción de M&E permite clarificar responsabilidades y organizar mejor el tiempo del equipo. Del mismo modo, contemplar una estrategia de información que incluya informar a los miembros de la organización, primero y los objetivos y razones de la implementación de dicho sistema, segundo. Además, mapear el circuito del flujo de información cuando el sistema se ponga en marcha permite optimizar el proceso y evitar “malos entendidos”.
Otros hallazgos institucionales se vinculan con la experiencia de la Asociación de Investigación y Estudios Sociales (ASIES), la cual implementó su estrategia de monitoreo y evaluación en tres fases[3]: 1) monitorear la calidad de la investigación por medio de indicadores; 2) seguimiento de la incidencia en políticas públicas a través de una descripción de logros, y 3) definición precisa de los indicadores de calidad de la investigación, para diseñar una batería de indicadores de incidencia, etapa aún en marcha. Su directora de Investigación, Monitoreo y Aprendizaje, la Dra. Guisela Mayén cuenta en la entrevista provista a VIPPAL la estrategia de incorporación del sistema de M&E.
El caso de la tercera institución participante, FOSDEH, resalta que el armado de un sistema de monitoreo, evaluación y aprendizaje no es solamente un proceso técnico sino también uno político y de toma de decisiones. Definir aspectos como qué monitorear y evaluar, quién lo hará, cómo y para qué implica tomar decisiones que a su vez requieren diálogos políticos internos a los que se le debe asignar el debido tiempo durante el proceso de planificación. Esto hará que el resultado final goce de mayor legitimidad y aceptación.
Por otra parte, María Alejandra Carías, coordinadora del área de Monitoreo y Evaluación de FUSADES, señala en esta entrevista la importancia de centrarse en aspectos en los que la organización tiene ventajas comparativas en términos de conocimientos, expertos e investigaciones.
Así, los distintos testimonios dan cuenta de los múltiples aprendizajes que surgen al implementar sistemas de monitoreo y evaluación, los cuales permiten transparentar procesos, rendir cuentas y optimizar las acciones y el trabajo de una institución. Estos procesos permiten también generar diálogos y reflexiones actualizadas acerca de la identidad institucional, sus prioridades y objetivos, así como también las estrategias y los actores cruciales en cada etapa del proceso. Sin duda, se trata de una experiencia que puede implicar trabajo extra, pero también valiosas recompensas y aprendizajes.
[1] Basado en los Términos de Referencia del proyecto.
[3] Esta organización ya venía trabajando su estrategia de M&E institucional con anterioridad al inicio de este proyecto conjunto.